Comió un huevo frito
y otro y otro más,
se recostó pensando en la probabilidad de morir esa misma noche.
Durmió plácidamente
más que de costumbre
y hasta se despertó con nuevos bríos,
estoy lleno de proteínas pensó.
Aunque a veces sea logrado imprudentemente
y con sentimiento de culpa
es evidente que ser feliz
no te mata.
que pena que uno demora tantos anhos para llegar a esa conclusion, verdad?
ResponderEliminarsuper :)
sabes que podes colocar tu blog en Facebook en los Networked blogs, no se bien como accesar los de Argentina, pero te voy a buscar la pagina :)
(soy Cynthia, la amiga de Ale)
QUE BUENO QUE ESTÉS LEYENDOME.A VECES ,ANTE EL SILENCIO NO SE QUE PASA,SI SÓLO SON BOTELLITAS AL MAR QUE NADIE RECOGE.
ResponderEliminarVOY A VER SI PUEDO SUBIR AL NET...
BESOS